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Tipos de encuadernación
Publicar un libro no es una tarea fácil sin duda, no es una tarea sencilla, pero sin duda también las personas que se lanzan a la aventura de publicar un libro tienen un retorno personal muy grande, pues es una labor y una acción sumamente agradecida.
Por ello, pensando en la importancia que puede llegar a tener para una persona el publicar un libro conviene conocer todos los pasos de la publicación y ello conlleva también hablar de los tipos de encuadernación y las técnicas existentes, de las distintas opciones para el encuadernado, y de ello –y mucho más- es de lo que vamos a hablar en este artículo.
Motivos para publicar un libro
Antaño, antes de aparecer la autopublicación como método de publicación de un libro, las posibilidades de ser escritor o escritora y de que una obra se viese publicada se veía reducida prácticamente a las posibilidades de ser aceptados por una empresa editorial que se encargase de ello.
Cierto resulta que hace unos años se podían encontrar algunas opciones para publicarse por uno mismo, pero cierto resulta también que ello no era nada fácil nada barato ni los canales comerciales de distribución y demás estaban pensados para ello. Ello hacía que los resultados de este tipo de publicaciones no fusen los más profesionales, la realidad actual ha cambiado por completo y la situación ha cambiado como un calcetín.
Actualmente, autopublicarse es una opción más, una opción al alcance de todo el mundo, una opción escogida por grandes escritores y que destila grandes obras. Obras que expresan lo más íntimo de cada escritor, obras que eliminan a los intermediarios y que permiten al creador tener todo el control sobre la obra, poner el detalle donde lo quiera poner, cuidar todos los aspectos de la creación (y entre estos tal y como se verá más adelante se encuentran los tipos de encuadernación) y de la distribución y ello no tiene precio.
Regresando a los motivos que cada persona puede tener para publicar un libro decir que se pueden encontrar en realidad tantos motivos como personas existen. Cada persona es un mundo y cada persona tendrá su motivo (o sus motivos) personales o profesionales particulares y concretos para desear publicar un libro).
Puede que se trate de elaborar un libro como obra de vida para dejársela a sus familiares o amigos, puede que se trate de escribir un libro como una búsqueda de la autorrealización propia o simplemente puede que se trate de publicar un libro para cumplir con un deseo personal sin más. También puede que el motivo sea sobrevenido a una situación impactante en la vida y quiera exponerse lo sucedido al mundo, pero todo ello no importa, pues lo que realmente importa es que sea cual sea el motivo para publicar un libro bienvenido será.
En otro orden de cosas también puede ser que los motivos para publicar un libro se encuentren en la esfera profesional. Puede que de lo que se trate sea de darse a conocer e intentar convertirse en escritor profesional o bien en darse a conocer con obras de la profesión que uno ejerza para ganar posición, reconocimiento y prestigio en las mismas. En todos estos casos, sea cual sea el motivo que empuje a escribir y publicar un libro también será bienvenido.
¿Cómo publicar un libro?
Para publicar un libro y para llegar entonces al punto de conocer y escoger los tipos de encuadernación necesarios se deberá hablar pasado por muchos pasos previos antes de escoger el encuadernado.
No existe obra escrita, sino existe una historia (real o ficticia) sobre la cual escribir. Dicho de otro modo lo anterior, primero se necesitará tener una idea sobre aquello que se desea escribir para posteriormente plasmarlo en un escrito.
Una vez ya se tiene clara la historia que se desea plantear en el libro en cuestión deberá documentarse sobre la misma si el trabajo requiere de documentación o bien requerirá organizar y desarrollar la trama sobre la cual la obra se sustentará.
Llegados a este punto conviene señalar que incluso en aquellos casos en los cuales el trabajo no requiera de un intenso trabajo de documentación para desarrollarlo (por ejemplo, en los supuestos donde quiera contarse una obra ficticia de novela) en casi todos los casos será imprescindible realizar algún tipo de trabajo de documentación pues será necesario para contextualizar la obra, no cometer errores en la plasmación de los escenarios que se quieran recrear, etc.
A colación con lo anterior decir que evidentemente en las obras ficticias siempre existirá, a priori, una mayor libertad creativa y narrativa por lo que existirán detalles que no deberán ajustarse a la realidad pero obvio resulta también que existirán detalles que deberán haberse planteado de antemano y detalles a conocer previamente que se deberán plasmar para no cometer errores de situación.
Con todo lo anteriormente expuesto ya estructurado se deberá desarrollar la obra, el proceso puede ser más o menos largo según la extensión que se le quiera dar a la misma pero lo que es importante es que esté bien estructurada y que quede bien cerrada. Está bien marcarse una extensión de entrada, pero esta marca tan sólo debe de ser a modo de una estimación inicial pero nunca debe tenerse como algo cerrado.
Y nunca debe tenerse como algo cerrado la estimación de páginas a las que se quiera llegar, pues lo inicialmente planteado no puede ser un corsé que limite el tema si después resulta que al ir escribiendo uno se da cuenta que tenía mucho más que explicar y mucho más contenido para introducir del mismo modo que tampoco puede ser, por el contrario, una cifra a la cual llegar a cualquier precio y que ello obligue a rellenar páginas y más páginas sin realmente sentido simplemente para cumplir con el deseo de cumplir un determinado número de páginas.
Una obra tiene que durar lo que tiene que durar y punto, tiene que estar bien desarrollada y el final no debe de ser forzado ni extendido sin sentido, una vez ello se consigue el libro podrá ser publicado, ni antes ni después.
Por supuesto todo lo anterior tiene aplicación en aquellas obras que no sean de carácter académico donde una universidad o centro obliguen a llegar a una determinada extensión, se está hablando de libros escritos libres por escritores que libremente los escriben.
Finalmente, antes de proceder al paso de la publicación y distribución de la obra la misma deberá ser corregida, traducida y pulida tantas veces como haga falta, una vez todo ello ya esté finalizado es cuando se podrán entrar a valorar, analizar y decidir todos los aspectos relacionados con la maquetación y la edición, entre otros, y será en este punto (y tampoco antes ni después) lo concerniente a los tipos de encuadernación adecuados para el libro.
Tipos de encuadernación para libros
Según la calidad de libro que se desee obtener, y según lo que con esa obra se desee transmitir y lograr, podrá ser más interesante un tipo de encuadernado u otro. De entrada, lo que puede decirse es que no existen tipos de encuadernación buenos y tipos de encuadernación malos, existen distintas formas para encuadernar un libro y escoger una u otra dependerá de múltiples factores y variables a tener en cuenta y tomar en consideración.
Dicho lo anterior también debe decirse que ello no supone que no existan algunos métodos más utilizados que otros o que no existan algunos más recomendados que otros, pero todos ellos no son más que una posibilidad y las principales posibilidades son las siguientes:
El encuadernado Wire-o se caracteriza por ser un tipo de encuadernado que utiliza una especie de anillado con alambre metálico como método para encuadernar un libro. Este tipo de encuadernado está pensado para la encuadernación de documentos que requieran un gran nivel de uso (por ejemplo, manuales de uso, cuadernos de viaje, etc.) ya que goza de una gran resistencia demás de posibilitar el despliegue y la apertura total de las hojas. Otra de las características de esta modalidad de encuadernado es su precio económico y la rapidez del proceso.
Técnicas de encuadernación
Otro de los tipos de encuadernación existentes es el que se realiza mediante espirales metálicas. Este tipo de encuadernado tiene grandes similitudes con los encuadernados Wire-o, pero tiene marcadas diferencias en el tipo de elemento empleado para el encuadernado.
También podemos encontrarnos con la modalidad del encuadernado mediante grapado. Este sistema, como su nombre bien indica, utiliza grapas para sujetar los folios entre ellos y por sus características es recomendable para obras que no excedan en mucho más cien páginas.
Y, finalmente, nos encontramos con, quizá, el gran conocido y destacado en las encuadernaciones de libros (de libros concretamente, en otras publicaciones pueden ser más escogidas otras modalidades): finalmente nos encontramos dentro de los tipos de encuadernación con el encuadernado fresado.
Señalar que dentro del sistema de encuadernación fresada dentro de los tipos de encuadernación, preferenciales, preferentes y existentes existe una buena subvariedad existente: rústica fresada encolada o con cola PUR, rústica cosida, etc.